Elevamos al pleno de este mes de julio una moción en la que exigimos medidas urgentes que sirvan para acompañar y paliar el dolor de las familias que pasan por el duro trance del duelo perinatal, esto es, la muerte de un bebé. Y lo hacemos de la mano de Matrioskas, un nuevo colectivo que nace con este mismo objetivo.

El duelo perinatal es un duelo silenciado por la sociedad que no es capaz de comprender la muerte de un bebé. Las familias que se enfrentan a este tipo de duelos pasan desde el no reconocimiento de la sociedad hasta los trámites tediosos de la administración.

La asociación Matrioskas quiere concienciar y reivindicar a la sociedad y entes públicos para visibilizar el duelo perinatal con la agilización de los trámites, que este tipo de fallecimientos traumáticos conlleva para las familias. 

Por tanto, es de urgente necesidad la creación de un protocolo coordinado y unitario en todos los centros hospitalarios, con ayuda psicológica desde el momento de la certificación de muerte gestacional o muerte de un bebé y el seguimiento domiciliario por parte del psicólogo especializado en dicho duelo, y que éste sea facilitado por la seguridad social.

Es de prioritaria necesidad que todos los sanitarios que van a estar en contacto con la familia que ha sufrido la pérdida de su hijo/a, estén informados de lo acontecido para así poder evitar cualquier pregunta incómoda o que haga empeorar el bienestar de la madre que está pasando por ese duelo. 

No se entiende que en muchos casos las madres no tengan opción de decidir si quieren o pueden pasar la noche en la planta de maternidad. Debe ser la madre del bebé fallecido la que decida si pasa la noche en la planta de maternidad o en otra planta, siempre que sea supervisado por un sanitario; además de proveer a las familias a la salida del hospital una caja de recuerdos con huellas del propio bebé, la pulserita del hospital y cualquier otro objeto que pueda facilitar el trance del duelo a las familias

Solicitamos al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que agilice las bajas de maternidad, y que el padre o madre no gestante también tenga derecho a baja.

Otra petición que hemos realizado es el cambio del lenguaje peyorativo en el que se inscriben este tipo de fallecimientos, tal y como “LEGAJO DE CRIATURAS ABORTIVAS”, y que en dicho legajo sean inscritos con el nombre que su familia le designó. Y si la familia ha optado por enterrarlo, que aparezca en el libro del cementerio con el nombre del bebé y/o con el de alguno de sus progenitores

Para aquellos bebés que no pudieron ser enterrados o incinerados, creemos que merecen un lugar de recuerdo en los cementerios municipales.